COP 7: Análisis de la Cumbre de Marrakech
Del 29 de octubre al 10 de Noviembre se desarrolló en Marrakech (Marruecos) la 7ª Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático donde se terminaron de acordar las reglas para la puesta en práctica del Protocolo de Kioto. Esta negociación lleva 4 años y sus resultados muestran que el mundo no aprendió que la Tierra es el único planeta que tenemos.
No estuve allí pero me lo puedo imaginar. Ha sido seguramente igual a tantas otras veces anteriores en las que sí estuve: Delegados oficiales, representantes de ONGs y observadores varios, acomodándose para dormir de alguna manera en unas sillas incómodas, en el suelo o en algún sillón los más afortunados, mientras en algún salón los delegados de las naciones más poderosas y tercas se deciden -en la madrugada del día después del último- a flexibilizar las posiciones que no flexibilizaron durante los 15 días anteriores. Así seguramente fue como culminó la 7ª Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático en Marraquesh a las 7 de la mañana del pasado 10 de noviembre. Seguramente los Ministros y sus asesores salieron con caras cansadas, discursos de felicitación mutua y promesas de futuros venturosos para la humanidad.
Se dice que se ha dado un paso más en dirección a la ratificación del Protocolo de Kioto y que se ha abierto finalmente la puerta para que los países comiencen a cumplir sus compromisos. Lo que no se dice -por autocompasión o excesiva confianza en la naturaleza humana- es que este paso y esta puerta probablemente nos conduzcan a la catástrofe.
Como siempre, el texto final del acuerdo es oscuro e incompresible a los ojos del común de los mortales y sólo es asequible para los iniciados y sacerdotes de la orden de las claves: adicionalidad, sumideros, aforestación, reforestación, decision -/CP7, ERUs, CERs, AAUs, RMUs, COP/MOP, artículo 5, parágrafos 2 y 3, mecanismo de desarrollo limpio, implementación conjunta, secuestro de carbono, … Estas formulaciones hacen aparecer la solución del problema de cambio climático como una cosa muy complicada, cuando en realidad es muy simple, económica y no pica los dientes. La tecnología existe, no resultaría en pérdidas económicas para los países y podría implementarse mañana. El problema es que los gobiernos no gobiernan, las petroleras conspiran, algunos funcionarios se corrompen, mientras las mayorías miran la cacería en Asia Central por la CNN y sueñan con el auto propio.
Resultados de Marrakech
Pero yendo al grano: ¿qué pasó en Marrakech? Los cuatro puntos principales que se venían discutiendo desde Bonn son:
-Las reglas con las que van a operar el mercado de emisiones y los otros mecanismos del PK.
-Cómo va a ser acreditado el secuestro de carbono por los sumideros en los inventarios nacionales.
-Cuáles y cuántos serán los fondos que irán a ayudar a los países en vías de desarrollo en la mitigación de los efectos del Cambio Climático
-Cuáles serán los mecanismos para asegurar el cumplimiento de los compromisos y las penas para quienes no los cumplan.
Tratemos de ver punto por punto que ha sucedido:
1 ¿Qué hay de nuevo con relación a las reglas con las que van a operar el mercado de emisiones y los otros mecanismos del PK?
El asunto de la suplementariedad no se ha resuelto. Sigue siendo un misterio qué quiere decir que el comercio de emisiones será «suplementario» a las acciones domésticas. Es decir, aún no sabemos a ciencia cierta cuánto de los compromisos asumidos por los países industrializados serán reducciones o absorciones propias y cuánto podrán comprar en el exterior.
Igual de misteriosa sigue siendo la frase que les recomienda «abstenerse» de adquirir certificados de reducción de emisiones procedentes de energía nuclear. En principio parecería que sí podrían acreditarse certificados de reducción de emisiones por la instalación de una central nuclear pero no podrían comercializarse en el mercado (?¿).
Se permite utilizar los créditos de emisión sobrantes en un período para el siguiente, pero en el caso de los obtenidos por MDL o IC sólo se permitirá hacer esta transferencia por hasta el 2,5% del monto asignado de emisión.
Serán permitidos los proyectos unilaterales bajo el MDL, es decir que los países No Anexo 1 podrán realizar sus propios proyectos y vender en el mercado los créditos de reducción de emisiones resultantes de los mismos.
Se creó la Junta Ejecutiva del MDL aunque no con muchas atribuciones: aprobar metodologías sobre las líneas de base, hacer el seguimiento de los planes y proyectos, acreditar entidades operacionales y mantener el registro del MDL. La COP/MOP (la Conferencia de las Partes cuando entre en vigor el PK) dictará las reglas de procedimiento para la Junta Ejecutiva.
Se establecieron mecanismos para que los créditos obtenidos por cualquiera de los tres mecanismos de flexibilización puedan ser «intercambiables» entre sí.
Se asegura la participación pública en el MDL
- ¿Cómo va a ser acreditado el secuestro de carbono por los sumideros en los inventarios nacionales?
Entre las cosas que se habían acordado en Bonn se estableció que los sumideros en el MDL sólo se limitarían a forestación y reforestación y que sus certificados sólo podrían ser acreditados por un país del Anexo 1 hasta el 1% de sus emisiones de 1990. Entretanto los sumideros utilizables en los países del Anexo 1 pueden ser además manejo forestal y de cultivos y revegetación. Los límites para su acreditación se establecieron en un Anexo especial (anexo Z).
Como recordarán, en Bonn Rusia, Japón, Australia y Canadá -socios de Estados Unidos en el Umbrella Group- presionaron hasta la última hora de la COP 6 para introducir una amplia utilización de la absorción de sus bosques. En aquella oportunidad, para saciar el apetito ruso se le otorgó a ese país la posibilidad de acreditar hasta 17 MtonC (millones de toneladas de carbono) por el secuestro esperado de sus sumideros. Durante los 15 días que duró la COP 7, Rusia dijo que había habido un error de cálculo y entre las cosas que se acordaron a las 7 de la mañana del 10 de noviembre, está la concesión de 33 MtonC en lugar de las 17 de Bonn. Vale la pena recordar que en realidad estas 33 MtonC que Rusia va a acreditar como secuestro de carbono no las necesita para cumplir con sus compromisos sino que serán para venderlas en el futuro mercado de carbono. Rusia no tiene que reducir sus emisiones sino sólo mantener las mismas que tuvo en 1990. Como la economía rusa se ha venido al suelo en los últimos 10 años es muy probable que sus emisiones sean menores que las de 1990, así que podrá comercializar buena parte de los montos asignados de emisión que se le adjudicaron en Kioto (lo que se conoce como «hot-air»), más las 33 MtonC que se le regalaron en Marrakesh.
Se creó la Unidad de Remoción (Removal Unit) para los créditos originados en los sumideros en los países del Anexo 1 y que sólo pueden ser utilizados dentro del período de compromiso en que fueron generados (no pueden pasarse a períodos posteriores).
Los países del Anexo 1 deberán informar acerca de sus actividades de sumideros para poder participar en los mecanismos y sus inventarios podrían ser ajustados al final del período si se considera que sus informes no fueron correctos. Asimismo se les exige informen sobre las tareas de protección de la biodiversidad en el marco de las actividades de sumideros.
- ¿Cuáles y cuántos serán los fondos que irán a ayudar a los países en vías de desarrollo en la mitigación de los efectos del Cambio Climático?
En Bonn (COP 6, segunda parte) se habían establecido tres fondos diferentes: uno para asuntos de cambio climático en general, uno para adaptación (que será financiado con un impuesto a los proyectos de MDL) y otro especial para los países «menos desarrollados». En Marrakesh se concretó además un anuncio ya hecho en Bonn de 450 millones de Euros adicionales a ser destinados a los países en desarrollo cada año.
- ¿Cuáles serán los mecanismos para asegurar el cumplimiento de los compromisos y las penas para quienes no los cumplan?
En materia de cumplimiento se mantuvieron los acuerdos de Bonn: quienes no cumplan con sus compromisos pasarán su deuda para el siguiente período de compromiso con un incremento de un 30%; no podrán vender certificados y deberán establecer un plan de acción para el cumplimiento. Aún no hay acuerdo acerca del carácter legalmente vinculante de este régimen y será decidido en la primera COP/MOP.
Los países del Anexo 1 no podrán comercializar más del 10% de su monto asignado de emisiones. Exactamente el texto indica (como en Bonn) que deberán mantener en sus inventarios el 90% de las emisiones permitidas (o 5 veces las emisiones de su inventario más reciente). Con esto se pretende evitar la «sobreventa» de certificados de reducción de emisiones.
Comentario final
El camino para la ratificación del Protocolo de Kioto está despejado. El problema es que para hacer ésto posible se han adoptado unas reglas que le restan toda eficacia a los compromisos adoptados en aquella oportunidad (que ya eran escasos dicho sea de paso).
Al finalizar la COP 6 en Bonn, un documento distribuido por Greenpeace calculaba que de acuerdo a los resultados de aquella cumbre, el compromiso de reducción de un 5,2% se había convertido en un permiso de emisión de un 0,3%. La reunión de Marrakesh no ha mejorado la performance del acuerdo de Bonn. Lo único seguro que tenemos es que un mercado de carbono va a comenzar a funcionar en el 2008 moviendo miles de millones de dólares cada año y que los sumideros se van a llevar buena parte de los «certificados de reducción de emisiones» o de las «unidades de remoción». Para aumentar la sensación de incertidumbre, la revista Nature del 8 de noviembre volvió a afirmar que aún no hay certeza científica respecto del uso de los bosques y plantaciones como sumideros de carbono.
Seguramente ya estarán los empresarios sacando sus cuentas, los gobiernos buscando sus mezquinos negocios y el Banco Mundial calculando cuánto le entrará por la vía de los nuevos recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente. De última ya hace mucho que todos sabemos que el Protocolo de Kioto es más un tratado comercial que un acuerdo ambiental. También ya habrá varias consultoras y «expertos» diseñando metodologías de cálculo y medición que permitan falsear la reducción de emisiones para ofrecer mejores ganancias a sus clientes.
Toda la negociación del PK ha estado basada en la convicción de que la única vía para lograr algún compromiso con relación al cambio climático es a través del comercio y los beneficios económicos que los estados y los particulares podían obtener. Según esta lógica el dinero es el motor de la política y si no hay dinero no hay movimiento. No hay política que se sostenga por el puro argumento de qué es lo mejor, qué es lo justo, qué es lo seguro. Sólo es útil el mecanismo que logra mover el mundo picaneando los intereses económicos, la miserable moneda de más o de menos que alguien se va a echar al bolsillo, el pobre pedazo de PBI que va a subir o caer cuando la regla se ponga en práctica. Sólo aceptando esta encerrona, esta hecatombe moral de la política internacional, puede decirse que hemos dado un paso adelante.
En el 2005 van a comenzar a negociarse los compromisos para el período 2013-2018. Esta será una nueva oportunidad para volver a empezar. Ojalá algo cambie de aquí a esa fecha. Ojalá aún estemos a tiempo de tener algún tipo de incidencia en un proceso de cambio climático que ya se ha iniciado y que aún si cortáramos hoy todas las emisiones de CO2 que lanzamos a la atmósfera, igual la temperatura seguiría creciendo y los mares subiendo como efecto de los gases que ya se ha acumulado en la atmósfera.
(Publicado originalmente por el Trasnational Institute, Amsterdam https://www.tni.org/en/archives/act/1567)